En el asunto de los medios sociales hay una cierta costumbre de inventar nombres para todo. Después, ya se verá si tienen algún sentido. Pero, en el momento, es una forma de resumir una situación concreta, de definir una tendencia que no se sabe cuánto va a durar. En este sentido, algunos analistas ya hablan del 2013 como “el año del vídeo en las redes sociales”.

Sea o no cierta tal afirmación, lo cierto es que una completa estrategia de promoción en medios sociales no puede permitirse el lujo de olvidar el vídeo como uno de sus elementos esenciales. Por dos principales razones. En primer lugar, por el potencial mismo de las imágenes en movimiento, una forma de transmitir ideas y conceptos de manera llamativa, intuitiva y especialmente concebida para los usuarios más jóvenes, que son más telespectadores que lectores. Y, en segundo lugar, porque YouTube es el segundo buscador más usado en internet (por delante de Bing y Yahoo!). ¿Por qué perder la oportunidad de que la empresa y lo que ofrece se encuentre a través del canal de vídeo más usado en la red?

Así, el márketing social no puede dejar de usar vídeos para su promoción. Más aún, no puede dejar de tener cuenta (y presencia) en YouTube, que es algo más que un servicio de alojamiento de vídeos. YouTube es una red social y, también, un buscador. Además, no hay que olvidar que pertenece a Google.

Parte de la estrategia de márketing social es dejar huella en la red. En otras palabras, facilitar que los posibles clientes encuentren a la empresa a través de las búsquedas que realizan en internet. Si no encuentran, primero, y te conocen, después, ¿cómo pretendes que se conviertan en seguidores?

Contenido visual

Así llegamos al mismo lugar de siempre: el contenido. En este caso, visual. Todos los caminos conducen a Roma y todas las estrategias llevan a generar contenido, más que de calidad, en este caso, adecuado a la audiencia. Se trata, entonces, de crear vídeos pensando en las características de los usuarios, adaptando la duración, la estética, el contenido del vídeo en sí (de qué trata), incluso la música, a las personas a las que van dirigidos.

Dando un paso más allá, también se puede animar a la audiencia a que suba sus propios vídeos al canal de YouTube de la empresa. Tal vez nos veamos sorprendidos por la capacidad creativa que tiene la gente al grabar y editar videotutoriales caseros, por ejemplo. Para impulsar este tipo de vídeos, se puede organizar un concurso al mejor tutorial en vídeo. Los móviles y las cámaras domésticas dan la posibilidad de que casi cualquier persona pueda grabar un buen vídeo.

¿Aún no estás convencido? Te damos 11 razones para que comiences o mejores tu estrategia de contenidos mediante vídeos:

1. Repetimos: YouTube es el segundo buscador más usado del mundo.
2. Los blogs son una buena idea (no podemos afirmar otra cosa desde aquí), pero no a todo el mundo le gusta leer. YouTube puede llegar a otro tipo de audiencia.
3. Los vídeos de YouTube aparecen en los resultados de Google.
4. Puede ser una buena forma de humanizar los medios sociales de un negocio.
5. La gente busca en YouTube información sobre productos y servicios: opiniones, modos de uso, etc.
6. Los vídeos facilitan comunicar los planes de la empresa a sus clientes: lanzamientos, ofertas…
7. Los vídeos requieren menos esfuerzo por parte del usuario que el contenido escrito.
8. La competencia seguro que está en Facebook y Twitter, pero quizá no esté en YouTube.
9. Crear un vídeo no es caro. Incluso con la cámara de un iPhone u otros móviles se puede grabar un vídeo con suficiente calidad. Lo importante es lo que se transmite.
10. Los vídeos de YouTube se pueden ver en cualquier pantalla: ordenadores, móviles, tabletas.
11. Desde YouTube, se pueden promocionar por otras redes sociales o insertar de forma sencilla en blogs o páginas web.